martes, 21 de diciembre de 2010

La ley que se tendría que estar votando hoy

Está claro que rodar un film, conlleva unos costes muy elevados, pero sin embargo, si el público lo acepta, puede reportar muchos beneficios.

Beneficios que aparecen cuando se estrena el film en los cines, más tarde con las ediciones en DVD y Bluray y finalmente cuando emiten las películas por televisión. Todo esto sin mencionar beneficios extra que aparecen por merchandising, cesión de derechos, eventos, etc.

Sin embargo, voy a la tienda de películas y ¿Qué me encuentro? Lo que el viento se llevó, rodada en 1939,  es decir hace 72 años en Bluray por 17,99€ . Si nos vamos a algo más actual, tenemos la versión extendida de Avatar por 44,99€ (el mismo film que en Alemania cuesta 19,95€). Esos precios son la razón por la que ni tan siquiera me paso a ver la sección de películas cuando voy a un hipermercado.



Esos precios desorbitados, son una de las razones, por las que la gente va en masa a ver las películas a través del ordenador cuando se cuelgan gratis en Internet.

Vamos a imaginar por un momento, que son las mismas empresas de cine, quienes cuelgan sus propias películas en Internet para que puedan verse gratis. Estaríamos hablando de millones de visitantes, que podrían generar no unos pocos céntimos, sino cantidades multimillonarias por ingresos en publicidad.

Por el contrario,  el nivel de personas que irían al cine y se comprarían las películas, seguiría siendo equivalente al actual. ¿Por qué? Por que lo que he mencionado en el párrafo anterior, ya existe, es lo que ellos llaman "piratería" y el resto del mundo lo llamaría "nuevo modelo de negocio".

Sin embargo, ¿Para qué pensar en nuevos modelos de negocio, o en una reducción del precio de venta de las películas, pudiendo borrar de Internet la página que nos moleste? A pesar de que esto último sea una barbaridad, y atente claramente contra las libertades de los ciudadanos, es la postura que han decidido tomar algunos. La ley que se vota hoy, podría ser muy beneficiosa para todos... si fuera redactada de nuevo.

jueves, 12 de agosto de 2010

El precio anunciado estratégicamente

Hoy, vamos a hablar de un tema que vemos a diario. Tanto en revistas, como en Internet como en la televisión, se trata de un tipo de anuncio en concreto, nosotros lo llamamos "La ingrata sorpresa".

Se trata sobre todo de anuncios de telefonía móvil, canales de pago, o cualquier tipo de servicio que se pueda pagar por mensualidades. El "truco" de estos anuncios reside en mostrarnos en principio un precio, verdaderamente  asequible por un producto o servicio. Veamos un ejemplo:

El anuncio y los precios son ficticios, no pertenecen a ninguna marca o campaña real.

En principio tu lo que ves claramente es que vas a tener que pagar 14,65€ al mes. Perfecto un precio de maravilla, pero sin embargo, aunque parezca lo contrario, el anuncio no acaba aquí, sigamos leyendo con más detenimiento...


Ahora el anuncio nos revela una sorpresa, resulta que el precio que nos anunciaban, deja de ser tal transcurridos los 3 primeros meses de un contrato que hay que firmar previamente y de duración indeterminada.

Poco a poco, nos van dando más información. Pero todavía hay más sorpresas que están a punto de llegar si tenemos tiempo y seguimos leyendo. Prácticamente necesitaremos una lupa, o reproducir a cámara lenta las imágenes, si se trata de un anuncio televisivo.


Ahora resulta que ninguno de los precios señalados anteriormente, es el que definitivamente vamos a tener que pagar si accedemos a la contratación del servicio. Tras sumarle los impuestos, el precio del final, difiere en gran medida con el que nos ha llamado la atención al principio, el mismo que aparece bien grande y visible en el anuncio.

Si al fin y al cabo vamos a tener que acabar pagando una determinada cantidad de dinero por un producto o servicio, lo más correcto y sensato sería que nos lo hicieran saber claramente desde el principio, pero al parecer, resultan mas rentables este otro tipo de campañas, que juegan claramente con los datos y en definitiva, con nosotros, los consumidores.

domingo, 25 de abril de 2010

Soldados de la 2ª Guerra Mundial bajo los efectos del LSD

Hoy en día, el LSD, más conocido como Tripi, es una droga que se da habitualmente en discotecas o lugares de fiesta. Su composición es a base de Ácido Lisérgico y sus efectos van desde la euforia y la risa desenfrenada, hasta la paranoia, el miedo y la desorientación.

Curiosamente, durante la segunda guerra mundial, esta substancia ya se estudiaba en el ámbito militar e incluso se barajó su uso como arma. Probablemente intentarían mezclar la substancia con el abastecimiento de agua del enemigo.

En el siguiente vídeo, que data de 1960, observamos como se les administra LSD a unos soldados británicos y se les envía de maniobras drogados y con sus uniformes y armas reglamentarias.


Lamentamos que el vídeo tenga publicidad. No os lo perdáis por ello.

Según se comenta en el propio audio del vídeo, los primeros síntomas aparecen a los 25 minutos y los soldados parecen sonreír demasiado, a uno de ellos le sucede lo contrario, tiene cara de miedo, de estupefacción, desconcertado, vemos como debe ser retirado del ejercicio.

El operador de radio, envuelto en carcajadas, parece volverse loco y es incapaz de utilizar su equipo, al igual que el encargado del lanza misiles, el cual es incapaz de apuntar al objetivo.

Los soldados de la sección de ataque, se pierde en el bosque y no paran de fumar tabaco de forma empedernida, están indecisos y acaban en una zona en la que podrían ser blancos perfectos para el enemigo.

Parece increíble cuándo el operador de radio, lanza su equipo por los aires y cae al suelo porque no puede parar de reírse.

A continuación, uno de los militares escala un árbol atraído porque el canto de los pájaros parece llamarle.