Se trata sobre todo de anuncios de telefonía móvil, canales de pago, o cualquier tipo de servicio que se pueda pagar por mensualidades. El "truco" de estos anuncios reside en mostrarnos en principio un precio, verdaderamente asequible por un producto o servicio. Veamos un ejemplo:
El anuncio y los precios son ficticios, no pertenecen a ninguna marca o campaña real.
Ahora el anuncio nos revela una sorpresa, resulta que el precio que nos anunciaban, deja de ser tal transcurridos los 3 primeros meses de un contrato que hay que firmar previamente y de duración indeterminada.
Poco a poco, nos van dando más información. Pero todavía hay más sorpresas que están a punto de llegar si tenemos tiempo y seguimos leyendo. Prácticamente necesitaremos una lupa, o reproducir a cámara lenta las imágenes, si se trata de un anuncio televisivo.
Ahora resulta que ninguno de los precios señalados anteriormente, es el que definitivamente vamos a tener que pagar si accedemos a la contratación del servicio. Tras sumarle los impuestos, el precio del final, difiere en gran medida con el que nos ha llamado la atención al principio, el mismo que aparece bien grande y visible en el anuncio.
Si al fin y al cabo vamos a tener que acabar pagando una determinada cantidad de dinero por un producto o servicio, lo más correcto y sensato sería que nos lo hicieran saber claramente desde el principio, pero al parecer, resultan mas rentables este otro tipo de campañas, que juegan claramente con los datos y en definitiva, con nosotros, los consumidores.